Para la mayoría de nosotros, las vacaciones son una oportunidad para descansar y relajar el cuerpo y la mente. Pero algunos temerarios quieren desafiarse a sí mismos y poner a prueba su fuerza. Más información sobre las atracciones naturales más peligrosas del mundo

Muchas atracciones turísticas populares que parecen completamente seguras pueden en realidad suponer una amenaza para los turistas. Esto es especialmente cierto en los lugares naturales, donde el peligro puede deberse a diversos factores, como emanaciones tóxicas o calor mortal. Cada año, estos lugares atraen a multitudes de visitantes que ni siquiera son conscientes de las posibles amenazas. 

El Daily Mail ha creado una lista de las nueve atracciones naturales más peligrosas del mundo a las que los turistas deben acercarse con extrema precaución. Siempre es importante estar informado y ser precavido al visitar estos lugares.

Cráter Darvaza, Turkmenistán

El cráter de gas ardiente, conocido como la «Puerta del Infierno», es una impresionante pero peligrosa atracción natural de Turkmenistán. Este cráter de 30 metros de profundidad y 40 metros de ancho se formó como consecuencia de las perforaciones de gas natural realizadas por la Unión Soviética. Durante la perforación, las capas superiores del suelo se derrumbaron, creando un gran agujero lleno de gas. Para evitar el envenenamiento por gas de la población local y el ganado, los geólogos le prendieron fuego, esperando que el incendio remitiera en unas semanas. Sin embargo, el cráter lleva ardiendo casi 50 años.

En noviembre de 2013, el investigador canadiense George Kurunis descubrió unas bacterias únicas que sobreviven en el fondo del cráter a pesar de las altas temperaturas. Para recoger muestras de suelo para analizar el ADN, Kurunis y su equipo utilizaron cuerdas ignífugas y trajes especiales con tanques de aire autónomos.

Cada año, miles de turistas acuden aquí para ver el cráter de fuego y tomar fotos impresionantes. Aunque el cráter es una de las principales atracciones turísticas de Turkmenistán, también contribuye a la degradación del medio ambiente debido a la emisión de grandes cantidades de metano nocivo a la atmósfera.

Cueva de Cristal de Naica, México

Situada a 300 metros por debajo de la ciudad de Naica, en Chihuahua (México), la Cueva de Naica es conocida por sus impresionantes bloques de selenita de yeso blanco. Estos cristales, que crecieron a paso de tortuga durante cientos de miles de años, han alcanzado una altura de más de 9 metros. Se formaron por el enfriamiento de agua sobrecalentada saturada de yeso, que provocó la formación de los cristales con el paso del tiempo.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los científicos que desean estudiar la cueva es la elevada temperatura. Una fuente termal situada cerca de las Cuevas de Cristal hace subir la temperatura, lo que limita el tiempo de permanencia en la cueva a diez minutos. El investigador canadiense George Kurunis es una de las pocas personas que se han aventurado en la cueva. Observa que la temperatura del aire en el interior alcanza los 50°C, y la humedad relativa es cercana al 100%, lo que hace que parezca que la temperatura es de 105°C. Kurunis y su equipo utilizaron trajes especiales rellenos de hielo para entrar en la cueva y realizar una breve investigación.

Volcán Kawah Ijen y mina de azufre, Indonesia

El volcán Ijen, en Java Oriental, esconde el mayor lago ácido de cráter volcánico del mundo, que llama la atención por su color turquesa. Este volcán activo también es conocido por sus ricos yacimientos de azufre, que se extraen en canteras. Las erupciones del Ijen son extremadamente peligrosas por el riesgo de que el lago se seque, lo que puede provocar lahares catastróficos, desprendimientos de lodo destructivos en las laderas del volcán.

El fondo de la caldera del Ijen está cubierto en su mayor parte por plantaciones de café, y los turistas se sienten atraídos por las cascadas, las aguas termales y los impresionantes paisajes volcánicos. A pesar de ello, conviene recordar que el trabajo en la zona de Ijen está asociado a duras condiciones que acortan la esperanza de vida de los trabajadores. Trabajan en las profundidades de las minas vistiendo sólo camisetas y pantalones, a pesar de los humos tóxicos y el azufre fundido que se calienta a temperaturas de más de 115°C.

Uno de los principales peligros es el mortal lago azul turquesa que cubre la mayor parte del suelo del cráter. Este lago está formado casi en su totalidad por ácido sulfúrico, que puede matar instantáneamente a cualquiera que caiga en él. 

Cañones de ranura, Parque Nacional de Zion, EE.UU.

En los cañones de ranura del parque nacional de Utah, una inundación repentina en 2015 provocó la muerte de siete turistas. El grupo realizaba una excursión de un día por el estrecho cañón de Cahol, que requiere cruzar varias masas de agua y descender pendientes pronunciadas. Aunque los turistas habían recibido permiso para viajar, las alertas meteorológicas estaban en vigor en ese momento. 

El Servicio Meteorológico Nacional preveía un 40% de probabilidades de lluvia y riesgo de inundaciones repentinas. Este incidente pone de relieve la importancia de seguir las advertencias meteorológicas y actuar con precaución al visitar zonas naturales, aunque se disponga de permiso oficial.

Cataratas Kaaterskill, Nueva York, EE.UU.

Esta cascada está considerada una de las maravillas naturales más peligrosas del mundo. En los últimos años, muchas personas han muerto aquí, en concreto, al intentar hacerse un selfie. El Departamento de Conservación Medioambiental del Estado de Nueva York ha tomado medidas para reducir el número de víctimas mortales. Han añadido una plataforma de observación, barandillas, señales de advertencia y un puente. 

Sin embargo, a pesar de estas medidas, sigue existiendo la preocupación de que la zona siga siendo peligrosa para los que buscan sacar una buena foto. Los visitantes deben tener especial cuidado cerca de la cascada y no exponerse a riesgos innecesarios.

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Desierto de Danakil, Etiopía

Este paraje natural está considerado como uno de los más extremos del planeta e incluso se le ha llamado «el lugar más violento de la Tierra». A pesar de la presencia de potentes volcanes, altas temperaturas, gases tóxicos y masas de tierra peligrosas, este lugar atrae a numerosos turistas extremos. Empresas especializadas en viajes de aventura ofrecen a los viajeros visitar esta zona, una de las más inestables del planeta.

Una de las principales atracciones es el enorme lago sulfuroso, que los africanos llaman el Lago Amarillo por su brillante color causado por el alto contenido de azufre de la región volcánicamente activa. Otro lugar destacado es Erta Ale, un volcán en escudo de basalto con un lago de lava activo en constante erupción. Una de sus fosas recibe el nombre de «puerta del infierno».

Cerca del volcán hay increíbles salinas. Debido a la falta de vida, ya que la sal mata la vegetación, esta región parece completamente alienígena. 

Cascada de hielo Khumbu, Nepal

El glaciar Khumbu, en la ruta hacia el Everest, se menciona a menudo en las noticias por los peligros que entraña cruzarlo. Se trata de un espacio de hielo en constante cambio en el que los escaladores tienen que desplazarse por grietas sobre escaleras desvencijadas, bajo glaciares salientes de hasta 10 pisos de altura. 

Aunque varios alpinistas han muerto aquí en grietas, las avalanchas suponen el mayor riesgo de la zona. A pesar del peligro, la cascada de hielo del Khumbu sigue siendo parte integrante de la ruta hacia la cima del Everest, y pone a prueba la fortaleza incluso de los alpinistas más experimentados.

Trolltunga, Noruega

Trolltunga, o «lengua de trol», es una de las atracciones más populares de Noruega, especialmente en la era Instagram. Esta impresionante formación rocosa sobresale 700 metros por encima de un lago azul centelleante, atrayendo a muchos turistas que quieren hacerse una foto única. 

Sin embargo, los servicios de rescate noruegos tienen que acudir a menudo a Trolltunga porque muchos visitantes subestiman la longitud y la dificultad de la escalada. Además, ha habido varias víctimas mortales entre los turistas que intentaron escalar la roca sin la formación adecuada.

Cueva de la Muerte, Costa Rica

A primera vista, la Cueva de la Muerte parece una cueva corriente, con un dosel de roca y hojas dispersas en la entrada. Sin embargo, a los turistas curiosos les detiene un cartel de advertencia con una imagen de calaveras y huesos cruzados y la inscripción: «¡Peligro! Prohibida la entrada más allá de este punto». Esta cueva, situada en el territorio del complejo turístico Recreo Verde, sólo tiene 2 metros de profundidad y 3 de ancho, pero es mortal.

La razón del peligro es el alto nivel de dióxido de carbono que llena la cueva. Una vez dentro, una persona puede perder casi instantáneamente el conocimiento debido al envenenamiento por gas, que provoca insuficiencia respiratoria. Afortunadamente, las muertes son raras aquí gracias a las señales de advertencia y al hecho de que la cueva es demasiado pequeña para que entre la gente.

Sin embargo, pequeñas criaturas como serpientes, pájaros y roedores mueren a menudo cuando, sin darse cuenta, entran en la cueva en busca de comida. Se desconoce la fuente exacta del dióxido de carbono, pero algunos científicos sugieren que es de origen volcánico. A pesar de sus peligros, la Cueva de la Muerte sigue siendo una misteriosa atracción natural que atrae la atención de turistas y científicos por igual.

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Daria Rogova, Directora de Seguros da Visit World

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